La gran mayoría de la población mundial vive en ciudades.
Vivir en una gran metrópolis puede llegar a afectar el carácter.
La gente de las grandes capitales no es la más representativa del país.
Un gran ejemplo es la ciudad donde vivimos, Moscú. Aquí todo el mundo dice que es un micropaís dentro de otro. Mucha gente coincide en afirmar que los moscovitas son personas frías, desconfiadas y cerradas. ¿Hasta qué punto crees que vivir en esta ciudad puede afectarnos?
Mira las imágenes que están arriba, ¿estás de acuerdo? Yo vivo en Leningradskiy Prospect y creo que sería imposible conocer a alguien que viviese al otro lado de la calle (a 18 carriles de coche más allá). Para mí la otra acera es otro mundo.
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